Allure. El diseño que se adapta perfectamente a cualquier espacio.

Allure es un objeto que desaparece discretamente en el espacio o destaca como un signo decorativo de color, desde espacios colectivos hasta escenarios habitacionales. La luz es dinámica y acompaña la habitabilidad del lugar, optimizando la energía y el bienestar.

Allure nace de una rejilla compositiva ideal, en la que los acabados y accesorios se combinan para adaptarse a cualquier contexto. Modularidad óptica y estética, confort y eficiencia. La óptica retrasada genera confort visual y los acabados realzan la suavidad de la forma.

Hasta 55 combinaciones. Cinco colores para el cuerpo exterior combinables con el perfil de plomo, bronce urbano, cobre y arena de los ráster de acabado brillante. El diseño parte de un paralelepípedo minimalista en el que se introduce un ráster, enrasado o encajado, una curva suave en el perímetro lineal, un gesto decorativo mínimo que confiere a Allure un grado distinto de contenido ornamental.

Allure responde también a los comandos de voz y puede gestionarse fácilmente con cualquier dispositivo Bluetooth. Se ha desarrollado en tres variantes, para crear efectos de luz diversos, con los siguientes decorativos:

° Luz invisible. El ráster negro, con su acabado brillante, oculta por completo la fuente de luz para conseguir un efecto visual de gran confort. Disponible en negro.

° Luz suave. El ráster con el acabado opaco crea un efecto de luz suave y cómoda, a la vez que realza la forma y los colores. Disponible en blanco, negro, marrón, gris y verde.

° Luz brillante. El ráster brillante, en los distintos acabados, crea un efecto glamuroso de luz agradablemente brillante que enfatiza también el acabado. Disponible en bronce, cobre, plomo y arena.

Conexión e instalación rápida y sin herramientas entre el cuerpo del producto y la placa, incluso en conducto. Luz solo donde es necesaria. Emisiones directas y directas/indirectas, que se componen. La gestión de la luz de modo sencillo, inteligente y automático fomenta un uso responsable de la energía, mejorando así la eficacia de la instalación en su conjunto y consiguiendo hasta un 80 % de ahorro total de energía.

Diseñar la luz en función de las necesidades, optimizar las ópticas y el consumo, eliminar desaprovechamientos para generar valor: esto es inteligencia y sostenibilidad.